Las mascotas también pueden ser afectados por las lluvias y las bajas temperaturas, por lo que profesionales hacen recomendaciones para el cuidado de perros y gatos.

En la Sierra, desde hace pocos días, las lluvias llegaron con fuerza luego de una temporada caliente. Estos cambios bruscos pueden causar resfriados en las mascotas. Los perros y gatos son vulnerables a contraer enfermedades, las más comunes son la tos de perrera y tos felina.

Pedro Rosero, etólogo e instructor canino, menciona que durante el mes de enero, identificó varios casos de resfríos en mascotas.

El experto explica que puede ser bastante contagiosa, sobre todo en los caninos, ya que tienen más contacto entre ellos, mientras que los gatos son menos propensos por su independencia.

Rosero, dio tres recomendaciones para prevenir estas enfermedades en las mascotas.

Lo más esencial es estar al día con el esquema de vacunas para evitar cualquier tipo de contagio, y si aun así el animal contrae la enfermedad, será menos fuerte y podrá tratarse con medicina.

El cuidado de la higiene es también importante para los perros. Es importante limpiar y secar las almohadillas y el manto para prevenir hongos que pueda causar molestia en la piel de la mascota y a su vez bacterias que pueden llegar a su sistema digestivo.

¿SABÍAS QUE?

Las almohadillas de perros y gatos están ubicados en las patas, sirven para la protección de los huesos y articulaciones. El manto está compuesto por dos tipos de pelos y cubren la piel del animal.

Si todos los días el perro comparte con más mascotas, consulta a la persona encargada si otro canino tiene síntomas como tos. De esta manera evite enviarle para que no tenga contacto con otro canino con inicios de tranqueobronquitis.

Síntomas de enfermedades en perros y gatos

Estos pueden variar dependiendo de varios factores. Los síntomas de la tos de perrera son: toman agua más de lo normal, no pierden el apetito, tos seca con flema, vómitos color blanco por la flema y fiebre.

Mientras que los síntomas de la tos felina son: tos seca y fuerte (algunas ocasiones con sangre), fiebre, pérdida de apetito y de peso.