Cuatro personas fueron fallecidas a tiros en la Floresta 1, en el sur de la ciudad y otras tres, heridas
“Ya vieron. Por eso no me gusta que vengan a jugar a este parque”, le dijo un padre a sus dos pequeños, a los que llevaba de la mano mientras caminaba frente al parque La Carpa en la Floresta 1, sur de Guayaquil.
¿Cuál era la razón por la que el padre de familia les expresaba su preocupación? Es clara. Una hora antes, siete personas que se encontraban libando en la vía pública fueron baleadas por tres extraños que llegaron a pie. Tres de ellos fallecieron y los otros cuatro se mantenían recibiendo atención médica en una casa de salud hasta el cierre de esta edición.
El hecho violento ocurrió a las 16:00 de ayer a pocos metros de la avenida Domingo Comín, calle principal del sur de la urbe, en la que un operativo de Policía Nacional y Fuerzas Armadas se desarrollaba al mismo tiempo.
Las siete personas, seis hombres y una mujer que supuestamente se encontraría en estado de gestación, habrían estado en esa vereda desde una hora antes del crimen.
Poco tiempo después, personal policial se habría acercado al grupo a solicitarles que abandonaran el sitio. Sin embargo, “no hicieron caso”, dijo el coronel Marcelo Castillo, jefe del distrito sur.
Acorde a las declaraciones del oficial, diez minutos después del acercamiento de los uniformados tres sujetos, que vestían gorras, llegaron al lugar a repartir plomo y luego huyeron cruzando la avenida principal para subirse a dos vehículos: un Chevrolet Corsa color plata y un Aveo color vino.
Dos de los cuerpos de los asesinados se encontraban en los exteriores del parque, como si hubieran querido esconderse debajo de un carro. Mientras que el otro fallecido habría caído en la acera paralela, frente a una puerta peatonal.
Este último, dijo el coronel Castillo, tendría tres antecedentes penales por asociación ilícita, tráfico de sustancias sujetas a fiscalización y tentativa de asesinato.
Dos de los cuatro lesionados también contarían con registro criminal; uno de ellos estaría relacionado a siete detenciones previas, entre ellas una por tentativa de asesinato, y el otro a dos cargos (asociación ilícita y tráfico de drogas).
Todas las víctimas son mayores de edad. El más joven, uno de los heridos, tiene 19 años. Los otros, sobrepasan los 30 años.
Familiares de los fallecidos llegaron hasta el sitio y, entre lágrimas y lamentos, proporcionaban a los agentes investigadores datos para dar con los responsables del hecho. “Son blancos de los grupos delictivos que en su momento han tenido algún problema con ellos”, declaró Castillo.
Personal de Criminalística levantó 27 indicios balísticos de calibre 9 mm, mientras los cuerpos fueron trasladados hasta el Laboratorio de Ciencias Forenses.
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